Galletas de avena y nuez: Si prefieres las nueces en lugar de las almendras, puedes sustituirlas sin problema para obtener un sabor más robusto.
Galletas sin gluten: Para una versión sin gluten, utiliza avena y harina sin gluten, como la harina de arroz o de almendra, y asegúrate de que los arándanos no contengan gluten.
Galletas con otros frutos rojos: Si no tienes arándanos, puedes sustituirlos por frambuesas, moras o fresas deshidratadas, creando una mezcla de frutos rojos deliciosa.
Preguntas frecuentes:
¿Puedo usar arándanos congelados en lugar de frescos? Sí, puedes usar arándanos congelados, pero asegúrate de descongelarlos y escurrirlos bien antes de agregarlos a la masa para evitar que la mezcla se humedezca demasiado.
¿Puedo hacer la masa con antelación? Claro, puedes preparar la masa y guardarla en el refrigerador durante 1-2 días antes de formar las galletas. Esto también ayudará a que las galletas queden más crujientes al hornearlas.
¿Puedo sustituir la mantequilla por otro ingrediente? Sí, puedes utilizar aceite de coco o margarina en lugar de la mantequilla, aunque el sabor final puede variar ligeramente.
¿Puedo hacer galletas más grandes? Si prefieres galletas más grandes, simplemente forma bolitas más grandes de masa, pero ten en cuenta que necesitarán un poco más de tiempo de horneado.
