Introducción
El Millefoglie con panna es un postre delicioso y elegante, perfecto para cualquier ocasión. Su combinación de capas crujientes de masa hojaldre y una suave crema de nata lo convierte en un dulce que satisface a todos los paladares. Aunque su nombre en italiano signifique “mil hojas”, lo que hace especial a este postre es su sencillez, que no le resta sabor ni sofisticación. Ideal para compartir con amigos y familia, esta receta es fácil de preparar y perfecta para los amantes de los postres ligeros pero sabrosos.
Ingredientes:
1 lámina de masa de hojaldre (preferiblemente fresca)
500 ml de nata para montar (al menos 35% de grasa)
100 g de azúcar glas
1 cucharadita de extracto de vainilla
Azúcar glas adicional para espolvorear
Mantequilla derretida (opcional, para engrasar el hojaldre)
Instrucciones:
Preparar la masa hojaldre: Precalienta el horno a 180°C. Extiende la lámina de masa hojaldre sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Con un cuchillo, corta la masa en rectángulos del tamaño que prefieras para las capas del postre. Pincha la masa con un tenedor para evitar que se infle demasiado durante la cocción. Hornea durante 15-20 minutos o hasta que las capas estén doradas y crujientes. Deja enfriar completamente.
Montar la nata: En un bol grande, bate la nata para montar con el azúcar glas y la vainilla hasta que obtengas picos suaves. Asegúrate de no batirla demasiado para evitar que se convierta en mantequilla.
Montar el Millefoglie: Una vez que las capas de hojaldre estén frías, coloca una capa en un plato o fuente. Extiende una capa generosa de nata montada sobre el hojaldre. Repite el proceso con el resto de las capas de hojaldre y nata, asegurándote de terminar con una capa de crema de nata.
Finalizar el postre: Espolvorea la parte superior del Millefoglie con azúcar glas antes de servir. Si deseas, también puedes decorar con frutas frescas como fresas o frambuesas para un toque adicional de color y sabor.
Consejos de presentación y almacenamiento:
Para una presentación aún más elegante, puedes utilizar moldes pequeños individuales y montar el Millefoglie en porciones.
Si prefieres un toque extra de sabor, puedes agregar un poco de licor (como Amaretto o Limoncello) a la nata para montar.
Para el almacenamiento, guarda el Millefoglie en el refrigerador. Aunque es mejor servirlo fresco, puedes prepararlo un día antes de la ocasión especial. Solo ten en cuenta que las capas de hojaldre perderán algo de su crujiente con el tiempo, pero seguirá delicioso.
Variaciones: