Introducción
El taro, también conocido como malanga o Colocasia esculenta, es una raíz tropical con siglos de historia culinaria y medicinal. Utilizado desde tiempos ancestrales en Asia, África y el Pacífico, este tubérculo no solo aporta un sabor suave y cremoso, sino que también está cargado de nutrientes esenciales. Gracias a su perfil nutricional y su cultivo sostenible, el taro está viviendo un renacimiento en la cocina moderna como un superalimento versátil.
A continuación, te compartimos una receta sencilla y deliciosa para preparar puré de taro cremoso con ajo y leche de coco, perfecta como acompañamiento o plato principal ligero.
Ingredientes
500 g de taro pelado y cortado en cubos
2 dientes de ajo picados finamente
1 taza de leche de coco (sin azúcar)
1 cucharada de aceite de coco o de oliva
Sal al gusto
Pimienta negra recién molida (opcional)
Cebollino o perejil picado para decorar (opcional)
Instrucciones
Preparar el taro: Pela cuidadosamente el taro con guantes (ya que puede causar picazón en la piel cruda). Corta en cubos uniformes para una cocción homogénea.
Cocinar: Coloca los cubos de taro en una olla con agua suficiente para cubrirlos. Añade un poco de sal. Cocina a fuego medio durante 15-20 minutos o hasta que estén muy tiernos al pincharlos con un tenedor.
Saltear el ajo: Mientras se cocina el taro, en una sartén pequeña calienta el aceite y sofríe el ajo hasta que esté dorado y fragante (2-3 minutos). No lo dejes quemar.
Puré: Escurre el taro cocido y colócalo en un bol grande. Añade el ajo sofrito con su aceite y la leche de coco poco a poco, mientras machacas o procesas hasta obtener una consistencia suave y cremosa.
Ajustes finales: Agrega sal y pimienta al gusto. Si prefieres una textura más ligera, añade un poco más de leche de coco.
Servir: Decora con cebollino o perejil picado para dar frescura y color.
Consejos para servir y almacenar
Servir caliente: Ideal como acompañante de platos con tofu, pescado al vapor, salteados de vegetales o incluso como base de un bowl nutritivo.
Almacenamiento: Guarda en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 3 días. Recalienta con un chorrito adicional de leche de coco para recuperar la cremosidad.
Congelación: También puedes congelarlo en porciones individuales por hasta 1 mes.
Variaciones