Introducción
Las galletas de almendras, avena, limón y arándanos son una combinación deliciosa de sabores frescos y texturas crujientes. Estas galletas son perfectas para quienes buscan una merienda saludable pero sabrosa. La avena aporta fibra, las almendras un toque crujiente, el limón refresca y los arándanos añaden un toque dulce y ácido que hace de cada bocado una experiencia única. Además, son fáciles de preparar y perfectas para compartir en cualquier ocasión.
Ingredientes:
150 g de avena integral
100 g de almendras picadas
100 g de arándanos frescos o deshidratados
1 cucharada de ralladura de limón
2 cucharadas de jugo de limón
125 g de mantequilla derretida
100 g de azúcar moreno
1 huevo
150 g de harina de trigo
1/2 cucharadita de polvo de hornear
1 pizca de sal
Instrucciones:
Preparar los ingredientes secos:
En un tazón grande, mezcla la avena, la harina, el polvo de hornear, la sal y las almendras picadas. Reserva.
Mezclar los ingredientes húmedos:
En otro tazón, bate el azúcar moreno con el huevo hasta que la mezcla se vuelva suave y cremosa. Agrega la mantequilla derretida, el jugo de limón y la ralladura de limón. Mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén integrados.
Unir los ingredientes:
Incorpora gradualmente los ingredientes secos a los húmedos, mezclando con una espátula hasta que la masa sea homogénea. A continuación, agrega los arándanos y mezcla con cuidado para que se distribuyan bien en la masa sin romperse.
Formar las galletas:
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Forra una bandeja de horno con papel pergamino. Con la ayuda de una cuchara, coloca montones de masa en la bandeja, dejando espacio entre cada uno, ya que las galletas se expandirán un poco durante la cocción. Aplana ligeramente cada montículo con el dorso de la cuchara.
Hornear:
Hornea durante 10-12 minutos o hasta que las galletas estén doradas en los bordes. Retira del horno y deja enfriar en la bandeja durante unos minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen completamente.
Consejos para servir y almacenar:
Servir: Estas galletas son perfectas para acompañar una taza de té o café, o simplemente disfrutar como un snack saludable durante el día.
Almacenar: Guarda las galletas en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Se mantendrán frescas durante unos 4-5 días. También puedes congelarlas para conservarlas por más tiempo. Simplemente colócalas en una bolsa para congelador y consúmelas dentro de un mes.
Variantes: